nuestra propia 'editorial'Ciertamente es un día histórico. Hoy finalmente murió Augusto José Ramón Pinochet Ugarte. Justo hoy, 10 de diciembre, día en que - curiosamente - se celebra el día mundial de los derechos humanos. Justo hoy que se celebra el cumpleaños 84 de Lucia Hiriart.
¿Qué sentir, qué pensar en un minuto como este, cuando ya todo se ha escrito, cuando ya todo parece haberse dicho?
No sé ustedes, pero después de la sorpresa y la alegría, también viene el vacío. El vacío de saber que se fue sin haber sido juzgado y condenado, de compartir ese sabor amargo que deben tener en la boca los familiares de detenidos desaparecidos.
¿Será juzgado en el más allá? ¡Qué importa! Al final de todo, sólo se puede sentir alivio.
Bienaventurados quienes dejaron su mensaje en este blog antes de las 14:15 de hoy. Y sigan dejando sus mensajes. No importa lo que diga la historia escrita y acordada diplomáticamente entre militares, gobierno, oposición, académicos, universidades, estudiosos. Los libros de historia somos nosotros mismos y somos nosotros quienes les diremos a nuestros hijos y nietos lo que pasó estos últimos 35 años.
Somos nosotros los que contaremos, en blogs futuros, dónde estabamos y qué hacíamos el día que murió Pinochet.
P.S.: Copano nos dedicó una línea en LA NACIÓN Domingo.
¿Qué sentir, qué pensar en un minuto como este, cuando ya todo se ha escrito, cuando ya todo parece haberse dicho?
No sé ustedes, pero después de la sorpresa y la alegría, también viene el vacío. El vacío de saber que se fue sin haber sido juzgado y condenado, de compartir ese sabor amargo que deben tener en la boca los familiares de detenidos desaparecidos.
¿Será juzgado en el más allá? ¡Qué importa! Al final de todo, sólo se puede sentir alivio.
Bienaventurados quienes dejaron su mensaje en este blog antes de las 14:15 de hoy. Y sigan dejando sus mensajes. No importa lo que diga la historia escrita y acordada diplomáticamente entre militares, gobierno, oposición, académicos, universidades, estudiosos. Los libros de historia somos nosotros mismos y somos nosotros quienes les diremos a nuestros hijos y nietos lo que pasó estos últimos 35 años.
Somos nosotros los que contaremos, en blogs futuros, dónde estabamos y qué hacíamos el día que murió Pinochet.
P.S.: Copano nos dedicó una línea en LA NACIÓN Domingo.
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